- 11 junio, 2015
Formulario de contacto
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Hasta hace relativamente poco el tratamiento estándar del cáncer renal era la nefrectomía radical, que consiste en la extirpación del riñón portador del tumor junto con la grasa perirrenal y la fascia de Gerota. Esta técnica quirúrgica se puede realizar vía abierta o mediante una cirugía mínimamente invasiva, llamada laparoscópica. La morbilidad de la cirugía laparoscópica renal es menor que la de la cirugía abierta y actualmente se ha convertido en la técnica idónea para el tratamiento del carcinoma de células renales. Los datos sobre los resultados a largo plazo indican que las tasas de supervivencia sin cáncer son equivalentes a la vía abierta, pero con mucho menor número de complicaciones.
Así mismo, en los pacientes con un carcinoma renal localizado, de pequeño tamaño, actualmente se recomienda la extirpación del mismo, sin quitar todo el órgano siempre que sea posible (Nefrectomia parcial). Consiste en la extirpación de una parte del riñón o del tumor (tumorectomía). Esta técnica quirúrgica también se puede realizar por vía abierta o laparoscopia.
Otros tratamientos para la destrucción de dichos tumores sin la extirpación del órgano total o parcialmente también son posibles en la actualidad, gracias a la aplicación de nuevas tecnologías como la crioterapia.
Actualmente, y dependiendo de las características de cada paciente y de cada tumor, podemos ofrecer el tratamiento más adecuado en cualquier situación.